Queridas Almas
Este es el catorceavo de veinte blogs en donde uno de mis lectores preguntó a la Entidad Fuente por clarificación acerca de temas de la obscuridad que experimentamos o pensamos experimentar, en la Tierra.
P: ¿Cuál es el beneficio spiritual para la gente de ser poseída por demonios?
O: No hay tal cosa como Demonios. Sin embargo hay tales cosas de muy bajas de frecuencia o lo que podemos definir como entidades¨Astrales¨.
Entidades astrales, aunque la baja frecuencia, existe en el 4ª., 5ª. , 6ºa. y 7ª. frecuencia del multiverso y por lo tanto puede aferrarse a las energías asociadas con estos niveles del campo de energía humano o aura. Ellas no pueden existir arriba o debajo de estas frecuencias.
Ellas no pueden metabolizar su propia energía así que necesitan de un anfitrión. Este anfitrión debe estar bajo su control de alguna manera pequeña para desviar la atención del anfitrión de estar aferrados a ellos energéticamente, así que la entidad astral les da algo en reciprocidad.
El sentimiento de poder físico, poder mental, coerción e información en lo que hay que hacer después, basado sobre una precognición cubierta del astral que se da a el anfitrión, es tan intoxicante que ellos evaden los sentimientos de que algo no está tan bien con ellos. Ellos aceptan como se sienten energéticamente como si fuera como ellos se sienten normalmente y este nivel de aceptación del nuevo ¨ menguado pero poderoso¨ yo es aceptado sorprendemente rápido.
Como el tiempo corre el anfitrión y la entidad trabajan a la par, el otro acostumbrado a, y en expectativa de, la recompensa dada por el otro. Y así, la entidad astral a través de recompensas dadas o sentimientos de poder, etc., es capaz de pasivamente controlar al anfitrión. Esta es posesión pasiva porque la personalidad del anfitrión, es, por todos los intentos y propósitos sin cambios. Con la excepción de unas pocas mejorías mostradas.
Una versión más agresiva por una entidad astral es vista cuando este quiere ¨convertirse¨ en el anfitrión. Eso es, el aspecto encarnado o alma proyectada en el vehículo humano por el verdadero yo energético. Aunque no puede, porque es la marca energética incorrecta. Porque su deseo de convertirse en el anfitrión es tan abrumador, la entidad astral trata de afectar lo que no puede afectar. En este proceso la entidad experimenta la falta de armonía total y sufre en consecuencia, el anfitrión mostrando preocupantes cambios de personalidad “fuera de lugar” como resultado.
Aunque puedan parecer aberrantes (ellas logran la apariencia de las imagines que más tememos como método de control), ellas son fácilmente removidas por alguien con la habilidad y la intención correcta y no hay nada de que preocuparse.
Aunque puntualizo aquí que no hay beneficio por ser poseído por una entidad astral.
No Responses